Uno de mis lugares favoritos desde que había llegado a Londres era el Regent Park. Amaba caminar por el parque ya fuera sola o acompañada, era una costumbre que había adquirido con el tiempo.
Caminaba tranquilamente observando a las personas pasar apresuradamente hacia sus trabajos o qué se yo!, pero.. todos casi corrían, era en lo que se diferenciaba Francia de Londres.
Suspiré al recordar a mis amigos y familiares que había dejado lejos. Sentí la necesidad de estar acompañada en ese momento