Mañana de luz

Spoiler:

Era un domingo corriente, el sol había salido unas horas atrás inundando con su luz mi habitación, me vestí como de costumbre con un vestido gris que me llegaba hasta el final de mi figura, recogí mis cabellos en un moño, con varios mechones cayéndome por la cara baje las escaleras de mi casa, pregunte por mis hermanos a uno de los criados, pero nos e sabía nada de ellos...se habían esfumado como a luna en la mañana.
Minutos después me encontré dando un paseo con tranquilidad por el Hyde Park, mucha gente estaba allí sentada delicadamente sobre el césped verde que cubría con armonía en parque, continué caminando mientras observaba a la gente con una sonrisa radiante en la cara.

- iba caminando distraido mirando al mi alrededor cuando tropece con una jovencita,- esto lo siento, no te habia visto estaba mirando para otro lado. dije disculpandome mientras la miraba era un chica elegante y distinguida y mi memoria no me fallaba era la hija de los Swilliwan, no le dije nada no queria ser descortes con ella.

De pronto alguien choco contra mí y observe a un joven de cabellos castaños.
- Tranquilo -le respondí con amabilidad- todos podemos tener un tropezón, pero ten cuidado.
Le mostré una agradable sonrisa, había a amanecido con un buen día y eso me agradaba aun mas, ya que cuando estaba enferma o de mal humor me desagradaba hasta a mi misma.

- lo siento otra vez tendre mas cuidado, por cierto me llamo Daniel Tilman, dije alargando mi mano en modo de saludo.- tu si no recuerdo mal eres Liana sulliwan, la posible gobernadora, dije haciendo una reverencia hacia ella.

- Estas en lo cierto -respondí sonriéndole y respondiéndole a su acto con una sonrisa-, un placer Daniel y de nuevo te digo que no te preocupes por el tropezón.Sonreí, quizás cualquier día hubiera entrado en cólera, pero hoy me encontraba demasiado relajada como para ponerme a discutir con alguien, mucho menos con un joven que me había pedido disculpas dos veces.

te apetecería ir a tomar algo, yo invito. dije mirándola

Le sonreí al chico, no quería parecer descortes así que asenti a su proposición.
- Sería un honor, acepto tu invitación.
Me coloque junto a él para emprender la marcha hacia algun lugar, mientras el sol seguía en lo alto del cielo y la gente pasaba el día a nuestro alrededor

El lugar al que fuimos era sencillo, pero hermoso, me ofreció la silla y se lo agradecí con un gesto mientras lo observaba sentarse enfrente de mí.
- Y bueno Daniel -dije después de que un empleado viniera-, tú sabes quien soy yo pero yo no se quien eres tú... -dije esperando que me contara algo más sobre él, notablemente el era mas joven que yo, pero eso no era ninguna excusa para no por hablar-.

- pues como muy bien podrás apreciar soy un chico humilde del pueblo, así que nada que ver con vos.

Mostré una mueca que se había formado en las comisuras de mis labios.
- Igualmente supongo que estarás orgulloso de ello -obviamente a mi me encantaba mi posición, me había criado con ello y ya no me imaginaba de otra forma; pero igualmente si hubiera nacido como el ser más pobre, estaría feliz, mi orgullo no me permitiría despreciar mi lugar de nacimiento-.

- Eso es excelente -repondí con una sonrisa en mis labios- ¿donde vives exactamente? -le pregunte, no quería ser entrometida, pero deseaba saber algo más de ese joven ya que en esos momentos me encontraba sentada con él por su invitación-.

- Mis mas sentidas condolencias Daniel -dije con pesar ante lo dicho, yo también sabía lo que significaba la perdida de un familiar querido- supongo que es muy duro para ti siendo tan joven -le sonreí con un gesto amable-.

- si lo es y mas cuando te ves solo ante todo, sin nadie que te aconseje sin nadie a quien pedir ayuda, y te tienes que poner a trabajar de lo primero que te ofrecen para sobrevivir, porque antes vivía con mi tía que tiene una mansión pero al cumplir los 18 mi tía ya no me quiso mantener. Dije recordando el mal año que estaba pasando de tener casi todo a verme trabajando aunque ya esta acostumbrado antes de que murieran mis padres.

Al escuchar sus palabras lo uníco que pude hacer fue asentir con un semblante serio en mi rostro.
- Puede que no me creas, porque a mi eso exactamente no me ha pasado, pero entiendo tus palabras y quiero que sepas que si te ves en un apuro puedes informarme y te intentare ayudar -le sonreí debilmente, lo que había dicho era muy triste y más aun cuando eso no solo le pasaba a él, sino que a cientos de personas-.

- Claro que te creo, y gracias, te avisare si necesito algo pero no me gusta pedir a nadie nada, quiero a ver si encuentro un trabajo digno para poder conseguir algo de dinero para comer. dije mirando al suelo con mucha verguenza yo danielle millonario y ahora teniendo que pedir ayuda era humillante.

- Aunque no te guste, a veces es necesario... aunque entiendo que puedas rechazar la caridad, igualmente espero que consideres mi oferta en caso de apuro - dije mirandolo y en tono amable, el gesto que había hecho daba un claro significado a sus palabras-.

- esta bien gracias por tu propuesta la tendré en cuenta, dije con una sonrisa en mis labios