Descubriendo... (libre)

Nunca había sido totalmente creyente pero ese día me había despertado con un puntito religioso recorriéndome la dorsal. Por razones que aun desconozco había decidido ir hasta la catedral de St Paul, pero no quería entrar, los mas creyentes estaban en ese momento dentro rezando las oraciones que se creían convenientes ese día, yo me senté en un banco justo enfrente, intentando imaginar porque me había entrado ese gusanillo, esas ganas de venir aquí, justo aquí, algo me decía que si esperaba iba a descubrir algo, pero... ¿el que?
Después de varios minutos la gente salía de la catedral algunos con caras inexpresivas, otros con ganas de disfrutar el día y otros simplemente deseaban que su vida terminara ya. Me levante del banco, no tenía ya razones para esperar algo que no sabía que sería, además la paciencia, lamentablemente, nunca había sido una de mis virtudes; pero al levantarme y comenzar a andar unos niños pasaron por mi lado rápidamente haciendo que perdiera el equilibrio antes de apartarme.

Al final no me caí, pero tropeze con alguien cuando gire mi cabeza para encontrarme con el rostro de aquella persona descubrí a Roxette Faraday allí parada frente a mí.
- A mi -le conteste sin mucho entusiasmo- siento haberte empujado, no te había visto.
Gire mi rostro mirando a los niños que habían pasado epro ya no estaban maldije para mis adentro pro le lance una sonrisa a Roxette.

Parecía que no se había levantado con el pie derecho ese día, por lo menos por el tono de voz y la expresión de su rostro.
- Simplemente me desperté con ganas de venir aquí -le explique con sencillez- pero no voy a entrar ahí adentro... francamente no creo que me dijeran algo nuevo -dije haciéndole un gesto con la cabeza para señalar la catedral y con una pequeña sonrisa reflejada en mi rostro.

- ¿Yo? ¿Con el cura? -pregunte sorprendida, no de todas las ocurrencias descabelladas que se podían tener esa me había sorprendido- Siento decepcionarte pero no, solo sentí que necesitaba estar aquí hoy, pero en fin... no importa.
Sonreí escasamente no se la veía muy animada.
- ¿Y tú? ¿Vienes de la iglesia? -era una pregunta algo tonta, pero era la que me había salido en ese momento-.

Al oírla me di más cuneta de que mi pregunta había sido muy tonta, pero igualmente no me lamentaba de haberla formulado.
- Yo no se nada del cura, nunca me ha interesado -confesé sin darle importancia a ese hombre, él cual me había hablado un par de veces- Por como lo has dicho parece que no has cumplido tu encargo, ¿no? -pregunte retóricamente mirándola-.

La mire pensativa, por culpa de ese viejo... ella iba a pagarlo.
- Eso es injusto, pero supongo que no puedes hacer otra cosa -le devolvi la sonrisa esperando que no le culparan tanto si se le permitian explicarse correctamente-.

Tenía razón ella, ser criada, servir a los demás y estar siempre contentas y respetuosos para ellos no siempre era una tarea fácil sobretodo su tenias mal día, fingir una sonrisa no siempre resultaba muy fácil, ni siquiera para los mejores interpretes.
- Quizás por es no me guste tu trabajo -respondí con una pequeña sonrisa, yo no tenía prácticamente un empleo en esos momentos más bien trabajaba en una pequeña tienda unos días si y otros no.

- No, se perfectamete que no te gusta -conteste mirandola, se notaba que no le agradaba- simplemente lo tienes que hacer por obligación o necesidad... dudo mucho que a alguien le guste servir a la gente a cada minuto y depender de ellos.

Sonreí asintiendo a su petición de cambiar ese tema.
- Mi vida sigue igual que siempre... aburrida, y sin novedades para cambiar -dije con una pequeña mueca, odiaba la monotonía, y el no tener algo más interesante que hacer en mi vida que caminar y aburrirme en casa-.

- Pues exactamente no lo se -dije algo dubitativa- he oído que se hace una fiesta, no estoy segura de si acudiré, aunque me encantaría poder -la mire con una media sonrisa formada en mis labios-.

- No se con exactitud el lugar, solo se que se celebra el 31 y que hay que llevar algo que te oculte el rostro -comente pensativa, no recordaba haber oído el lugar- ¿asistirás? -le pregunte sonriendo, aunque suponía que mi pregunte era más que obvia-.

- Eso espero, me encantaría poder acudir, le daría algo de luz a mi rutina diaria -dije sonriendo divertida por la cara que ella había puesto... parecía estar ideando algo en su mente- aunque aun debemos investigar donde se celebrara.

Asentí ante lo dicho, aunque sería muy cómico que anduviéramos perdidas y disfrazadas por la calle.
- Aun no lo tengo claro, supongo que hay muchas opciones que podrían ser, ¿y tú?